El Shibori es una técnica de teñido de tejido que se practica desde la antigüedad en diversas civilizaciones como la China y la India. Ha sido más desarrollada y utilizada hasta nuestros días en Japón. Básicamente consiste en hacer reservas mediante nudos, plegados y atados, que distribuyen el color de diferentes formas según se utilicen éstos y las zonas reservadas.
En Japón buscan patrones regulares y ponen nombres según el tipo de reserva que realizan. Por ejemplo el llamado “Arashi Shibori” busca un dibujo rayado en diagonal sobre la tela y se realiza envolviendo y arrugando esta alrededor de un palo y haciendo la reserva con un hilo grueso. En el “Nui Shibori” se usa la costura para reservar y plegar la tela, realizando el dibujo elegido que se colorea de forma caprichosa según sean las puntadas y la presión sobre el tejido. Para hacer un “itajime shibori” se utilizan formas planas de madera otro material que se unen entre sí bien apretadas dejando tela plegada entre medias. De forma que esas zonas quedan reservadas en el color base del tejido mientras que el resto se tiñe con otro color.
Hay muchos otros tipos que se utilizan dependiendo el efecto buscado y también las características de la tela sobre la cual se aplican. Se pueden además hacer sobre una misma tela varios tipos de reservas, en una vez o en veces consecutivas, por lo que las posibilidades que nos da son infinitas.
Tiene algo de imprevisible, siempre aparece algo nuevo que nos sorprende en el encuentro y fusión de los colores y en las formas que se dibujan entre ellos. Trabajo en este caso sin ideas preconcebidas ni patrones, yo sólo juego con los colores que me llaman en el momento, y el resultado es que nunca hay dos iguales, ¡es imposible!