El Batik es otro procedimiento ancestral de teñido de tejidos con reserva, realizando éstas con cera de abeja y parafina. La cera aplicada sobre los motivos elegidos, permite que se coloreen sólo las partes libres de la tela, y así pueden superponerse capas de tinte y jugar con diferentes formas en el tejido.
La técnica del batik es muy utilizada en varios países de los continentes africano y asiático. Es muy popular en Malasia e Indonesia y son muy reconocidos los batiks de la isla de Java. El batik indonesio está considerado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco. Antiguamente las telas elaboradas con esta técnica tan laboriosa con diseños exclusivos y colores únicos eran reservadas únicamente para la nobleza.
Los tejidos naturales como el algodón, la lana, la seda son los más utilizados tradicionalmente para el batik, puesto que absorben los tintes más fácilmente y los conservan mucho mejor. Actualmente, sin embargo y por otros procedimientos ya no tan artesanales, se fabrican tejidos sintéticos con diseños de batik.
Para la aplicación de la cera, además de pinceles de pelo duro, se utilizan herramientas muy específicas como el tjanting que consiste en una cazuelita metálica que mantiene la cera caliente mientras va saliendo por un pequeño conducto que se usa para perfilar o hacer rayas de forma continuada.
Es una de mis técnicas favoritas, la vivencia del deslizarse de la cera caliente sobre la seda, el olor que impregna el taller… La cera es una herramienta indispensable para hacer reservas en cualquier ocasión, por la impermeabilidad de proporciona. En el batik se juega con superposiciones de color, dejando cada vez zonas reservadas de cada uno de los colores que se van uniendo, integrando unos con otros Nos da también la posibilidad de jugar con manchas muy particulares, que no se pueden realizar de otra forma. Mi interés por las texturas, craquelados, roturas…, encuentra aquí un hermoso modo de experimentación y expresión.